lunes, 23 de noviembre de 2015

HAN ENCONTRADO UNA FAMILIA

Después de varios meses de inactividad y descanso, "Un Montón de Patas" vuelve a abrir sus puertas y lo hace con una gran noticia.
PELAYO  HA ADOPTADO ESTAS DOS PERRITAS
Estas dos preciosidades fueron encontradas hace unos días  cerca de una carretera. El tío de nuestro compañero pasaba por allí  y le llamó la atención, pues parecía que habían sido abandonadas.Llamó a los servicios de emergencia pero no pudieron acudir en ese momento por lo que decidió llevárselas para darles cobijo, Comprobó si tenían chip para poder localizar al dueño, pero al no obtener resultados, Pelayo las adoptó definitivamente y ya forman parte de su familia.
Se llaman Lira y Oda, sólo tienen unos seis meses y son algo traviesas, pero se encuentran felices de haber conseguido un hogar. Sin embargo, la que no parece muy contenta es Mina, la gatita, que tiene que repartir cariño y cuidados con las recién llegadas.


domingo, 15 de noviembre de 2015

Mª JESÚS NOS CUENTA DE NUEVO



"Sigo prestando voluntariado en la protectora de perros y gatos de mi ciudad. Hoy, cuando llego y me ven, algunos me miran con ojos brillantes y menean sus colitas. Saben que les voy a sacar a pasear y me lo agradecen de antemano. La propietaria les pone la correa, mientras yo espero en la puerta y me saca a algunos fuera del patio. Los perritos que voy a pasear se van alegres y veloces, están ansiosos por salir fuera. Tiran de mí con fuerza pero mientras avanza el paseo, hay intérvalos en que dejan de hacerlo. Sin embargo, hay un perrito que sigue tirando todavía y me detengo. Lo acaricio para calmarle y sigo caminando.
Estoy en el campo. Es otoño y el paisaje rural que me rodea ha adquirido tonalidades ocres, como si las hojas de los árboles trataran de mimetizarse con el color terroso del suelo, sobre el que van cayendo lentamente. De la tierra emana una paz que contrasta con el movimiento incesante de los perros jóvenes y curiosos que llevo conmigo y que olisquean continuamente mientras caminan, tratando de encontrar un rastro. Los rayos del atardecer me anuncian que debo apresurarme con el paseo ya que pronto será de noche. En otoño oscurece pronto y eso condiciona la actividad de la protectora y, por supuesto, el horario de paseo de los perros. Sin embargo, el estruendo de los cantos de los pájaros que se retiran a dormir sobre un árbol enorme al fondo, tras las tierras de cultivo, hace que me detenga de nuevo para escuchar ese sonido armonioso y relajante que me regala el campo. Pero trato de no seguir juzgando ese sonido, de no describirlo mentalmente, y eso me hace centrarme más en el momento, entregarme a él, por lo que estoy más atenta. Me doy cuenta enseguida de que uno de los perros me mira y gime un poquito. Estar enfocada en el ahora me ayuda a ser más consciente de las necesidades de los demás. El perrito me mira porque desea proseguir con su paseo que en pronto llegará a su fin. Le miro como pidiéndole disculpas por haberme parado y sigo adelante. Con los perros comparto un lenguaje no verbal que lo dice todo.
Cerca de la protectora encuentro a otra voluntaria que también pasea perros y me uno a ella en el camino de regreso. Nos damos cuenta de que un vehiculo nos sigue hasta que se detiene detrás nuestro. El conductor se baja y nos muestra una perrita temblorosa, que ha rescatado en la autopista. Estaba abandonada a su suerte, asustada y atada con un alambre a una valla. Nos dirigimos todos hacia la protectora donde la perrita es atendida y alojada. El conductor le da las gracias a la propietaria de la protectora por hacerse cargo de la perrita pues a él le resulta imposible. Sin embargo, la propietaria le da las gracias a él por la acción valerosa de haber rescatado al animal, deteniendo su vehículo en plena autopista.
Antes de marcharme, cojo en brazos a dos gatitos que días atrás fueron rescatados del interior de un contenedor de basura. Ahora están preciosos y sanos, tienen muchas ganas de jugar y de encontrar un hogar."       
Autora texto: María Jesús Verdú Sacases

sábado, 9 de mayo de 2015

TESTIMONIO DE MªJESÚS 2ª PARTE

El abandono animal, el atropello, la muerte despiadada en cualquier cuneta de una carretera, son historias que, desgraciadamente, se dan con mucha frecuencia. La que tenemos a continuación, no es una más, y no lo es gracias al gran corazón de unas personas que decidieron que no fuer así, y dar una nueva oportunidad a ese pobre animal que hubiera muerto solo, abandonado y quizá con terribles dolores. Gracias a ellas la historia tuvo un final feliz.

Segunda parte.
Colaborar como voluntaria en una protectora de animales de mi ciudad es algo que he aprendido de los tiempos de crisis: la oportunidad o la necesidad de ser solidaria en favor de mi comunidad.  En la protectora hay perros y gatos pero también algunas aves domésticas como  gallinas que fueron salvadas de ser sacrificadas.  Quisiera destacar el gran corazón de la fundadora y propietaria de esta protectora que a pesar de estar hasta los topes de perros, suele acoger a aquellos nuevos llegados que se han quedado sin hogar.
Resido en un pueblo y trabajo en la misma ciudad en la que está ubicada la protectora.  El camino del trabajo a mi casa corresponde a una zona rural llena de huertos, c ampos de cultivo y  casas de campo y, desgraciadamente, perros y gatitos suelen ser atropellados en la carretera. 
Hace unos días iba yo de camino a casa en mi coche, cuando vi a un perrito en medio del carril opuesto, el cual parecía haber sido atropellado. Me llamó la atención su hermoso pelaje. Estaba inmóbil y creí, como tantos otros animalitos que suelo pasar de largo en mi trayecto de ida y vuelta al trabajo, que ya estaba muerto. Pero vi que el perrito movia el cuello y algó me impulsó a dar la vuelta en la siguiente rotonda para incorporarme al carril donde yacía el perrito.
Recuerdo que estaba asustada. Pedí ayuda, mirando al cielo. Di la vuelta y paré el auto en el arcén, cerca del perrito, deseando que ningún vehiculo golpeara el mío. Además, no sabia si el perrito me iba a morder, al tratar de cogerlo. Temía hacerle daño sin querer. Tampoco sabía si el animalito estaría sangrando. Yo no disponía de ninguna manta o toalla. Pero bajé del coche y a pesar de mi miedo, segui adelante con mi propósito. También me acuerdo de la cara de enojo de una conductora por tenir que parar su vehiculo por algo que aparentemente consideraba tan banal como hacerle perder su tiempo detenida en medio de la carretera, mientras yo rescataba al animal. Pero seguí adelante con ello. Hay que seguir adelante con los propósitos que marca el corazón a pesar de la cara de desaprobación de los demás.
Para mi sorpresa, el perrito no sangraba pero se movia poco. Eso sí, era incapaz de tenerse en pie. No opuso ninguna resistencia. Su actitud hacia mí era mansa, dócil, como si supiera que yo no iba a hacerle ningún daño. Su mirada bondadosa me enterneció. Además, era un perrito precioso, de tamaño mediano. Se le veía ancianito. Lo cogí como pude y lo subí al coche y luego lo llevé a la protectora. De allí, junto a otra voluntaria lo llevamos al veterinario. El diagnóstico no fue muy alentador. El animal había sido golpeado, seguramente, por algun vehiculo que no habría podido esquivarlo. Además, presentaba un cuadro infeccioso severo, no tenia rabo y presentaba signos evidentes de no haber sido bien cuidado. Debería permanecer en la clínica veterinaria varios días. La otra voluntaria y yo salimos desalentadas de la consulta. Además, nadie reclamó la propiedad del perrito. Sin embargo, la historia de este perrito es una historia con final feliz. Tras dos semanas ingresado, el animal mejoró notablemente y se incorporó a la protectora. Yo solía pasearlo en este refugio junto a mi perrita adoptada y salvada del abandono animal. Deseaba que alguien lo adoptara y que fuera feliz. Y así sucedió al cabo de pocos días.
Cada vez que circulo por la carretera donde lo encontré, pienso en los verdaderos héroes de esta historia, en lo agradecida que les estoy: a la propietaria del refugio por correr con los gestos médicos  y a la familia adoptante por ofrecerle el calor de un hogar.  

María Jesús Verdú Sacases



jueves, 26 de marzo de 2015

EL TESTIMONIO DE Mª JESÚS

Mª Jesús es una buena amiga y colaboradora  de nuestro  blog,y hoy nos ha enviado una experiencia suya que nos parece muy interesante y de la que todos podemos aprender.Esperamos que os guste tanto como a nosotros.

"Colaboro como voluntaria en una protectora de gatos y perros abandonados y/o maltratados de mi ciudad. En mi caso, el trabajo con estos animales hace que me  sienta niña y en libertad, sobre todo cuando estoy con ellos en contacto con la naturaleza o cuando me encargo de los cachorros, siempre muy activos y con ganas de jugar. En mi infancia los perros siempre me acompañaron. Cuando regreso de este centro de acogida de animales, a veces, llego cansada a casa, pero feliz pues siento que me he llenado de una energía que me desconecta de las preocupaciones del mundo y que me hace valorar lo sencillo, lo auténtico.
Ser voluntario en una asociación sin ánimo de lucro, ONG u otras organizaciones altruistas o que velan por el bienestar de la comunidad nos ayuda a desarrollar valores como la tolerancia, el respeto, la empatía, la comprensión, la paciencia, la fortaleza, la solidaridad y el altruísmo, sobre todo cuando damos sin ser retribuídos o sin esperar mucho a cambio. El voluntariado nos hace humanos y nos ayuda a entender las necesidades de los demás y, si, además, no los juzgamos, aprenderemos a desarrollar la mente neutral. Sin embargo, ser voluntario no nos convierte ni en mejores ni en peores que aquellos que no lo hacen y además, en mi caso, más que ayudar a los demás, yo siento que desde que soy voluntaria, me ayudo a mí misma.
Admiro a las personas que dirigen o emprenden proyectos sociales para mejorar su comunidad y que tienen la seguridad o confianza en ellos mismos necesarias para ello, esa fuerza que les hace superar obstáculos. Yo sólo soy una pequeña pieza en una protectora de animales cuyos propietarios luchan con tenacidad y coraje por los derechos de perros y gatos desde hace años. Personas como ellos son un ejemplo a seguir porque contribuyen a que aumente la conciencia por el respeto hacia los animales y el planeta. En esta protectora he comprobado que los que menos tienen, son los que más dan.
Hace unas semanas regresaba yo de pasear perros en esta protectora y me llamó la atención una perrita que acababa de llegar al centro. Había sido rescatada tras haber sido abandonada en un canal. La vi tan blanquita y chiquitina que me pareció un pequeño ser de luz, un angelito. Su mirada inocente y sus ganas de que la cogiera en brazos, me robaron el corazón, sentí una conexión especial y la adopté como animal de compañía, siendo ella un cachorro de unos dos meses. Desde entonces, esta perrita ha sido una bendición en mi hogar. Es alegre y activa. Ella me enseña mucho, entre otras cosas, a ser asertiva, a marcar límites, a enfocarme en el momento presente y, por supuesto, el valor de la buena compañía. 
María Jesús Verdú Sacases


Tu testimonio nos ha hecho estremecer. Esperamos que muchas personas sigan tu ejemplo, o al menos, que no abandonen a sus mascotas.

Entrada realizada por Adrián

lunes, 23 de marzo de 2015

LA BALLENA AZUL

Resultado de imagen de BALLENA AZUL

Norma nos envia este curioso articulo sobre la ballena azul., el mas grande de los animales. No os perdáis el sonido que hace, es impresionante.
Una especie en peligro de extinción: la ballena azul, la más grande del planeta
Cuya lengua es más pesada que la de un elefante y el tamaño de su corazón es parecido al de un auto pequeño, estuvo a punto de extinguirse en el siglo XVII, período en el que se mató a unos 340.000 ejemplares
Una expedición logró captar más de 40.000 sonidos de estos cetáceos. Es emocionante oír sus llamadas a más de 750 kilómetros de distancia.
Aquí escucharás su canto
http://www.scubadelivery.com/expertos/vida_marina/humbackwhale.mp3

Muchas gracias, Norma, por tu aportación a la revista. Nos ha gustado mucho y ha sido muy interesante. Un beso muy grande desde España.
Entrada realizada por Javier

miércoles, 11 de marzo de 2015

LOS FLAMENCOS SE PONEN GUAPOS

Los flamencos se «maquillan» para impresionar a sus parejas

Los famencos se maquillan para impresionar a sus parejas

Los famencos se maquillan para impresionar a sus parejas
Fotografía de Bobby Haas, National Geographic
Descubierto el motivo por el cual los flamencos se ven tan bonitos en rosa:estas aves se «maquillan» para atraer a sus parejas durante el cortejo, según explica un nuevo estudio.
Noticia recogida por Daniel

jueves, 5 de marzo de 2015

ANIMALES GRACIOSOS

Para despedir este fin de semana hemos elegido un video de animales en situaciones divertidas. Seguro que con él reimos un ratito.